jueves, 30 de julio de 2009

Otra manera de Jugar al fútbol; Reseña: Zidane. A 21st century Portrait


Hay una clave a la hora de hablar de esta película. Y esa es que para un fanático del fútbol, este ya es artístico sin necesidad de Mogwai y de las diecisiete cámaras sincronizadas. Para el que no aprecia o, peor aún detesta este deporte, la película puede convertírsele en un ejercicio de observación aún más tedioso de lo que ya es, y en una obra cinematográfica aún menos efectiva. Una completa fruslería. Aunque eso sino es minímamente capaz de apreciar el grandioso despliegue técnico mediante el que se que asegura el seguimiento de la persona de Zinédine Zidane a través de los noventa minutos del encuentro que disputó hace unos pocos años el Real Madrid ante Villareral.

Se dice que una película no funciona sin una intención. Y en Zidane: A 21st Century Portrait hay que buscarla más allá del obvio interés de rendir tributo al ser humano, a un ser humano particular, por encima de un juego grupal intenso convertido en espectáculo de masas. No es un concepto nuevo ni revolucionario buscar otra dimensión del atleta, humanizarlo a través de un Extreme Close-up y separarlo de lo vulgar e insensible de su medio a través de melodías épicas y/o emocionales.

Por su constitución, un espectáculo deportivo de la dimensión del fútbol profesional europeo es ya épico y cinematográfico, un universo simbólico lo cobija. Pero ver un partido así es algo diferente. Así no se juega el fútbol. Así no lo ve el hincha, ni el cronista ni el mismo Zidane. Hacer esto es reducir el juego de fútbol, es hacerlo pequeño, íntimo, y a la vez, casi surreal. Y si se ha conseguido una buena banda sonora la cosa como que funciona. Mogwai es intenso. No me interesa comparar su participación aquí, con sus otros trabajos. Esto no es crítica musical. ¡Pero qué penetrante es Black Spider! ¡Qué distinto es el juego así! Se puede creer lo que sea, pero para esto se inventó el cine. Para desafiarnos, para desnudar la realidad, para fragmentarla, para reorganizarla. Aplaudible, sin decir que sea cien por cien acertado, el mix de texturas visuales y sonoras, la fluctuación entre distintos los mundos sensoriales superpuestos que conforman aquello a lo que nosotros llamamos realidad, que impone una cierta dinámica que puede llegar a absorber al espectador.

Zidane: A 21st Century Portrait es entretenida en otro nivel. De seguro hay muchos sentidos implícitos que reforzarían esa intención de la que hablé. ¿Por qué Zidane? ¿Por qué cualquier partido y no una final? El tipo de reflexión profunda sobre la conexión que hay entre el drama de Zidane y el de un mundo caótico que se sugiere, tendrá un impacto distinto para cada espectador. A 21st Century Portrait es principalmente un triunfo estético, pero su emotividad – quizás algo exagerada – puede suscitar otros sentimientos. A lo mejor si hay algo de impostura e ingenuidad. Y de nuevo, cuanto menos creas en la mística del fútbol, más dificultad puedes tener con el relato. Si ya te parecía un deporte aburrido, aquí no cambiarás de opinión. Aún así, recomendada para todos los positivistas del cine.

Año:2006
Duración: 91 min.
País: Francia/Islandia.
Director: Douglas Gordon, Philippe Pharreno.
Guión:Douglas Gordon, Philippe Pharreno.
Reparto: Zinédine Zidane.

Mi calificación: 7/10.
Calificación global en Film Affinity: 5.8/10

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Bájala

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