domingo, 13 de diciembre de 2009

¿Cine independiente?

Clerks , hecha en 1994 y primera opera prima del director estadounidense Kevin Smith , narra un día de trabajo del joven vendedor de un minimercado Dante Hicks que, por imprevisto, termina convirtiéndose en una extraña sucesión de acontecimientos que pueden llevar a cualquiera al desquicio.

Con un evidente bajo presupuesto, esta película consigue llamar la atención desde el primer momento por lo vívido de sus personajes. Sujetos - la mayor parte de ellos – molestos, desagradables o trastornados que pertenecen a un mundo gris . Escasas locaciones en tonos blanco y negro a través de las cuales todos estos desfilan, exponiendo sus neurosis y entrelazando todo tipo de anécdotas, lo cual dota a estos modestos lugares de una energía impresionante.

Clerks está atravesada por la crudeza en el lenguaje y las ideas de los personajes. Y a la vez, en todo esto hay una enorme filosofía, como sólo es posible crear cuando se permite que los diálogos se deslicen por los deseos y divagaciones de individuos oprimidos pero que tienen algo interesante qué decir.

Randall, el chico de la tienda de vídeos, representa el camino de la liberación a través de la irresponsabilidad y el desenfado, en contraste con Dante, quien aparece como atrapado por la costumbre y con un enorme miedo a realizar cambios y desafiar las situaciones asfixiantes de su vida. Como reconoce al final, cuando niño una vez se le volteó la vasenilla y prefirió cagarse encima que hacer el esfuerzo de regresarla a su posición normal. Estos dos tienen los suficientes elementos en común para ser grandes amigos y también presentan las diferencias sustanciales para representar dos opciones de existencia en medio del mismo medio represivo.

Clerks busca rescatar del anonimato a esos estilos de vida urbanos que pasan sin pena ni gloria pero que día a día construyen complejas tramas de significados.
Aquí las discusiones sobre sexo, política o economía tienen lugar en un tono con el que es demasiado fácil conectarse e identificarse.

Si muchos han identificado un elemento liberador y de resistencia en la ironía, esta película explota eso. Los Gags son abundantes e ingeniosos, además de que son insertados con suavidad en el interior de las relaciones que estos chicos establecen con el medio. Allí donde otros han fracaso por querer hacer demasiado evidente la broma, Clerks se lo toma más relajadamente e impone un ritmo honesto y constante, con un humor que se presta más para la sonrisa reflexiva que para la carcajada ruidosa, pero que tiene el mérito de no alejarnos de la sensación de que se está presenciando una historia interesante y bien construida.

No todos los personajes tienen una misión definida, y eso está bien porque en la vida real no todos saben lo que quieren. Sin embargo cada uno tiene algo que enseñar, por lo cual Clerks es una película que evidentemente tiene un mensaje, o muchos.

Clerks configura un universo de incorrección política en el cual es posible identificar a una generación que se mueve al ritmo de música fuerte, entre la que se cuentan algunos referentes importantes como Bad Religion o Corrosion of Conformity, y que se enfrenta con ingenio a un mundo violento y absurdo.

Estos elementos la hacen una obra perfectamente apta para ser atesorada como un verdadero valuarte de como-se-les-ocurra-llamar-a-la-generación-a-la-cual-pertenezco.

Título original: Clerks.
Año: 1994
Duración: 99 min.
País: Estados Unidos.
Director: Kevin Smith.
Guión: Kevin Smith.

Mi calificación: 9/10.
Calificación global en Film Affinity: 7.5/10

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