martes, 20 de octubre de 2009

¿Feria del libro o de la idiotez política juvenil?

El lunes de 19 de Octubre de 2009, en el marco de la Feria del libro, afuera de las instalaciones de la Universidad del Valle, Cali, Colombia, fuertes disturbios al mediodía, dejan un civil herido, la confusión acerca de una serie de disparos, y una gran cantidad de eventos culturales cancelados.

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El tropel en Univalle es un evento siempre crítico, molesto y absurdo. Es liberador sólo en la medida de que en ocasiones premia la vagancia y la irresponsabilidad mandando al carajo las clases de la tarde. Entonces deja más tiempo para el trabajo, para el exámen, o, si te avisan a tiempo, te ahorra el dinero del bus. Pero ¿son esas cosas un ingrediente positivo para la mejor universidad de la región?


La resistencia univalluna a partir de encapuchados estallando papas bomba en la vía principal adyacente a la universidad no puede ser adjetivada de ninguna otra forma que de inútil. Se estropea el normal funcionamiento de una universidad absolutamente frágil y se pasa por encima de lo que sea. La cultura, la educación, la convivencia pacífica de seres humanos dentro del campus; todas son herramientas de opresión burguesa. Lo único verdaderamente liberador es hacer correr a la gente con explosiones, hacer que la policía los ponga a llorar con gas o que mate a cualquier desprevenido. Eso y los símbolos. Vanagloriarse en la lucha de otros. Luchas que a veces no comportan ningún mérito real, que el tiempo ha descalificado, o que son incompatibles con el contexto actual. ¿Pero qué se puede con una sociedad que en todos sus frentes continúa reproduciendo dogmas?


El problema es que acá todos se callan porque tienen miedo. Se entiende que lo tengan, es un país de hampones. Hasta al punto que te ponen a elegir a cuál grupo de asesinos aceptas. Asesinos de derecha o de izquierda, narcogobierno, narcoparamilitares, narcoguerrilla. ¿Revolución? No me hagan reír. La revolución es más que una palabra. Y no se logra con idiotez. Lo triste es que acá todos se acostumbraron a vivir mal. A intolerar. Y mi universidad, a la que tanto le debo, se pierde. Todo lo hermoso que puede haber en ella es manchado. Quisiera poder invitar a cualquiera al campus en el que estudio y que sea parte de los intentos por configurar una magnífica entidad de producción de cultura, arte y ciencia. Pero a cualquiera le da miedo que unos ridículos enfrentamientos rutinarios, que lo único que han ganado es una listica de héroes a partir de la desgracia, termine hiriéndolo. Eso mientras se trabaja para el enemigo. Capucho, a los de arriba no les haces ni cosquillas. O haz algo bueno – destruye el palacio de gobierno o por el estilo – o ponte a estudiar, lee mucho y conviértete en alguien cuyas ideas y acciones sean reconocidas e importantes para alguien, y así tus nobles sentimientos podrán generar cambio. Si tus nobles sentimientos no existen, y sólo quieres figurar y expresar odio sin dirección, te perderás sin remedio como todos aquellos que dicen ser amigos del pueblo, pero no sin siquiera amigos de sí mismos.


Entonces, esto sí es grave, la Universidad del Valle se hunde porque tanto quienes la odian, como quienes la aman continúan asestándole golpes muy bajos.


Una de tantas este año....








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