martes, 21 de abril de 2009

UN PEQUEÑO HOMENAJE A UN GRANDIOSO JUEGO


Existen dizque el Cine-arte , y también el Art-Rock , como si las expresiones que dan cabida a éstos '' estilos '' no fueran ya arte en sí mismas. Pero en fin. Dentro de ésta lógica, en la que la palabara Arte sigue rodeada por un halo de magnificiencia, y que ésta reservada para las construcciones cuyas intenciones de sublimación sean más notorias y efectivas, se me ocurre que títulos como Fire Emblem: The Sacred Stones podrían merecer el calificativo de '' Art-Videogame ''. Al fin y al cabo encuentro en éste producto audiovisual interactivo, algo que va más allá de la mera depuración estética, aunque ésto sea uno de los aspectos que lo hace tan maravilloso. Pero siento que el juego es sencillamente grandilocuente, preciosista en todo sentido, con un valor simbólico gigante. Por supuesto, no se le puede comparar directamente con una película o una obra literaria. Los Videojuegos son a éstas alturas un lenguaje igual de desarrollado, y por su empléo de éste, The Sacred Stones merece, junto a un puñado de títulos - entre los cuales figurarán otras entregas de la misma saga y, por ejemplo, las de Final Fantasy-, estar situado en una categoría privilegiada. Y digo que es arte, porque considero que sin importar lo luminosos y complejos que se sigan haciendo los videojuegos venideros, su valor prevalecerá por siempre.

1 comentario:

  1. Hey, si tienes toda la razon, Hay juegos que pueden parecer a veces antiesteticos, mas ese sentir de lo "·estetico" a veces se ve muy artistico. no se si me hago entender...
    Pero Final Fantasy para mi es de los mejores juegos, y para que, pero cumple con todas las medidas de un arte tal como lo son sus graficas y su banda sonora...

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